Por: Idolkis Arguelles Berdión Foto: Tony Pupo
En busca de un uso más racional de los recursos
materiales, humanos y financieros, el sistema de salud en Guantánamo avanza en
el reordenamiento de sus servicios.
El proceso incorpora a todos los niveles de la
atención y asistencia médica, dígase consultorios médicos, hospitales, hogares
maternos, de ancianos, entre otras instituciones.
En el lenguaje del guantanamero, ya le es común
términos como compactación, racionalización y regionalización en los servicios
de salud, lo que no significa siempre aceptar a una nueva forma de trabajo; y
es que si bien se reconoce la prioridad de emplear los costosos recursos donde
realmente se necesite, es preciso amarrar “a tiempo” cada detalle, para que
nadie se sienta desatendido o maltratado; asuntos, que dicho sea de paso, encuentran
su génesis en la débil o ausencia de ética del personal médico y paramédico.
Resulta difícil enfrentar carencias que imposibiliten
la realización de un análisis para un diagnóstico determinado a un “enfermo”, debido
a las trabas en el mercado internacional, impuestas por el genocida bloqueo
imperialista contra nuestro país, pero es muy lamentable que cuando el paciente
vaya a realizárselo, el técnico ni siquiera levante la vista para atender al
interlocutor. Y en el listado de cosas que nunca deben suceder, podríamos
citar: ausencia de médicos, descuidos en los protocolos de salud e
incompetencia profesional.
De ninguna manera, la práctica de algunos pocos puede
empañar el esfuerzo y la dedicación de muchos, excelentes profesionales y
técnicos que trabajan intensamente para bridar salud de calidad al pueblo.
Racionalidad y eficiencia deben venir de la mano en el
proceso de reordenamiento de los servicios de salud en Guantánamo. Son
millonarias las sumas de dinero que el Estado Cubano invierte para garantizar salud
gratuita a cada ciudadano, y eso no puede perderse de vista, ni por parte de
quienes hacen uso de los materiales y equipamiento médicos, ni tampoco por los
que reciben el beneficio.
Preservar los altos índices de sanidad alcanzados por
Cuba a escala internacional es prioridad del Sistema de Salud Pública, se trata
entonces de reforzar con creces el camino a la excelencia.
La racionalidad y calidad deben caracterizar las
diferentes prestaciones; de ahí la necesidad de que el personal del sector haga
suyo el reto de ser cada vez más competente, empleando eficazmente los recursos
disponibles.
No hay comentarios:
Publicar un comentario