Por:
Idolkis Arguelles Berdión
El
7 de abril de 1948 fue fundada la Organización Mundial
para la Salud
(OMS), esa es la razón por lo que la fecha del cuarto mes del año ha sido
elegida para celebrar el Día Mundial de la Salud, con el propósito de promover prácticas que
conmemoren dignamente un nuevo aniversario de la creación del citado organismo.
En
el presente año la efemérides suscita un debate en torno a la lucha contra los
vectores, los que ofrecen grandes peligros para la salud y la vida, en
ocasiones, no evaluados en su plena magnitud, pasando inadvertidos para muchos
pero causantes de enfermedades como el paludismo, el dengue, la leishmaniasis y
la fiebre amarilla, todas prevenibles con la acción consciente de las personas.
Bajo
el lema “Pequeñas picaduras grandes amenazas”, la jornada de trabajo insiste en
la necesidad de adoptar medidas en lo individual, sin embargo, cuando el asunto
originado por la propagación de agentes patógenos se convierte en un serio problema de salud en gran parte del mundo, es
preciso sumar la colectividad y que los gobiernos hagan voluntad común su
enfrentamiento y para eso será necesario destinar recursos monetarios y
materiales, así como capacitar personal, capaz de realizar acciones de
promoción y lucha directa a vectores como mosquitos, las moscas, las garrapatas
y los caracoles de agua dulce.
Nocivos
para el ser humano, dichos animales pueden provocar consecuencias graves y hasta
la muerte; y aunque pueden afectar a cualquier persona son las más pobres del orbe,
debido a las condiciones de insalubridad en que habitan. Más de la mitad de la
población mundial corre el riesgo de contraer estas enfermedades, por lo que es
necesario incentivar prácticas que conlleven a la sanidad del entorno.
Asimismo, se recomienda el uso de mosquiteros de cama, pantalones largos y
camisas de manga larga, y usar repelentes de insectos.
El
Día Mundial de la Salud
brinda a todas las personas la oportunidad de participar en actividades que
pueden mejorar su salud y la de sus familias, y en ese propósito urge que las
comunidades sean el centro de talleres, conferencias y demás iniciativas de
promoción para la salud. La OMS
tiene el encargo de gestionar políticas de prevención y combate a los
principales problemas sanitarios a nivel global y a ello los gobiernos de cada
país deberán prestar la mayor atención.
En
Cuba, es desafío constante el mantenimiento de los altos niveles de salud
alcanzados por la población y en consonancia existe un programa de lucha
antivectorial que vela por el cumplimiento individual y colectivo de las
medidas dispuestas por el Estado, a fin de evitar la transmisión de enfermedades
por vectores, en especial el mosquito Aedes Aegypti. La realización del
autofocal semanalmente por los moradores de la vivienda y los tratamientos
adulticida y focal por personal especializado son pilares en la batalla.
La participación de Cuba en la OMS es reconocida de manera
positiva, así como también su colaboración con el resto del mundo en este
campo, que asciende a unos 60 países de diversos continentes. La Isla presidirá este año la 67
Asamblea Mundial de la Salud,
lo cual es un reconocimiento a los logros de la Revolución en esta
esfera y a su papel en la arena internacional.
Este
7 de abril, el archipiélago dirigirá sus esfuerzos al enfrentamiento vectores tan
conocidos como los mosquitos, las chinches, garrapatas o los caracoles,
responsables de la transmisión de enfermedades que afectan al ser humano o a
los animales. En el primero de los casos, se insiste en que son causantes no
solo del paludismo y el dengue, sino
también de la fiebre chikungunya, la filariasis linfática, la encefalitis
japonesa y la fiebre amarilla.
Pero,
para que se tenga una idea de la magnitud del peligro de los vectores en el
mundo, haremos referencia a solo dos estadísticas: el 40% de la población
mundial corre el riesgo de contraer el dengue y 1,3
millones de nuevos casos de leishmaniasis se
producen cada año.
La
jornada internacional por el Día Mundial de la Salud será escenario para realizar exposiciones
de pinturas infantiles, la presentación de círculos de interés en las
diferentes escuelas; igualmente se harán charlas y mensajes educativos en los
barrios.
Cuidémonos de los vectores!, es el llamado que hoy
hace la Organización Mundial
para la Salud
con motivo de su fundación, un encargo que convida a la concientización sobre
la amenaza que presumen los vectores y sus enfermedades. Incentivar la labor de
prevención debe encontrar oídos sensibles, animar a las familias y a las
comunidades, porque al fin y al cabo, ¡esa es nuestra responsabilidad!
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