martes, 17 de diciembre de 2013

Anselma, 30 años de entrega médica





Por: Idolkis Arguelles Berdión       Foto: Tony Pupo

Los pasillos y aulas de la Universidad Médica de Guantánamo son testigos del crecimiento profesional y humano de la doctora en Ciencias de la Salud, Anselma Betancourt Pulsán;  una mujer que encuentra sosiego en el trabajo e identifica a la familia como lo más importante.
No por casualidad, le fue otorgado el sello aniversario 70 de la Central de Trabajadores de Cuba, un reconocimiento a su desempeño laboral sobresaliente durante 30 años en el sector de la Salud.
“Yo vengo de una familia de obreros, de trabajadores, de gente en las que el trabajo es un don”, dice con voz sentida, esa que sale a borbotones del corazón porque en él encuentra el espacio predilecto.
“Cada día que pasa es un día que podemos hacerle un bien al que está al lado, hacerle un bien al prójimo”, apunta.
Un referente de perseverancia en el campo de la investigación científica, la docencia y asistencia médica, la también presidenta de la Sociedad provincial de Sociedades Científicas de la Salud y autora de múltiples investigaciones sobre el alcoholismo, el tabaquismo y otras drogodependencias, ha representado al terruño local en eventos internacionales con sede en más de 20 países, incluyendo los Estados Unidos, Italia y Francia.
Plenamente agradecida, sin formulas prediseñadas pero con un apegado sentido de la responsabilidad, descubre con el hacer un torrente pródigo de ideas, y en cada ponencia, entrega la constancia y la fe de volver a actuar para transformar actitudes.
Los estudios que le permitieron alcanzar los títulos de Master en Ciencias experta en Drogodependencia –SIDA y Salud Ambiental, así como la categoría docente de Profesora Titular y de Especialista en Fisiología de Segundo Grado, hablan por sí solos de la constancia de esta espontánea guantanamera, distinguida por el símbolo de la ciudad del Guaso, “La Fama”, por sus encomiables aportes al desarrollo científico y sociocultural del territorio.  
“No hay ningún logro, no hay ninguna meta, no hay ningún triunfo que podamos tener que no sea gracias a la ayuda de todos los demás. No trabajamos en función de ningún reconocimiento en particular, traemos todo un acervo familiar y social de trabajo.”
Sencilla, locuaz, apegada al estudio y a la ética, sin metas imposibles por conseguir, reconoce a la vida como un regalo de dios y por ello trabaja por su preservación desde la ciencia, la atención y asistencia médica y la formación de nuevos galenos.
“Lo primero es el amor al paciente, el amor, el amor, el amor, el amor, el amor en el sentido amplio de la palabra. Hacer las cosas bien, y de eso me he nutrido, de los profesores que me han formado, y me sigo nutriendo del colectivo de compañeros que me acompañan cada día en el trabajo, porque hacemos las cosas, o tratamos de hacer las cosas bien hechas, y con amor.”
El tiempo deja la impronta indeleble del conocimiento aprehendido. La doctora Anselma Betancourt Pulsán siempre encuentra el espacio para ser compañera y doctora, conquistando cada día la voluntad de ser mejor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario