jueves, 19 de diciembre de 2013

El bloqueo: con qué derecho?



 Por: Idolkis Arguelles Berdión

¿Con qué derecho el gobierno de los Estados Unidos pone en tela de juicio los derechos humanos de los cubanos?
Me lo pregunto una y otra vez, pero no logro encontrar justificación lógica.  ¿Con qué moral podría defender su punto de vista? Hay miles en su propia tierra que mueren por drogas, falta de asistencia médica, sucumben de hambre o frío. Sin empleo y no sé cuántas cosas más.
Y no es que se trate ahora de hacer valer un criterio u otro,  pero solo quiero recordar que la razón asiste a los cubanos, confirmada en más de veinte ocasiones por la comunidad internacional, cuando el mundo casi entero exige el levantamiento del bloqueo en Naciones Unidas.
Quisiera creerme que en cualquier circunstancia, aún en la más remota de las posibles, cualquier habitante de esa nación  pueda acudir a un hospital sin gasto alguno y recibir allí atención de calidad.
Las cifras que expresan los daños en esa vital esfera para los cubanos son horripilantes. Los perjuicios ocasionados por este concepto ascienden a más de 39 millones de dólares, hasta abril del presente 2013.
Equipamiento, insumos y medicamentos que podrían adquirirse en la propia nación norteamericana deben ser comprados en países ubicados en lejanas áreas geográficas que multiplican los gastos y costos del Estado Cubano, poniéndose en peligro la vida de muchos enfermos, no importa ni la edad ni la urgencia del padecimiento que se sufre; el hecho de haber nacido en la Mayor de las Antillas resulta más que suficiente para estar condenado.
El bloqueo genocida de los Estados Unidos contra Cuba es la más flagrante violación de los derechos humanos. Y en este asunto podríamos opinar todos, los que nacimos antes y después del Triunfo de la Revolución, cuando cambió por siempre el destino de la Mayor de las Antillas.
De seguro aparecerán los elocuentes ejemplos del crimen. Ahí estarán  las historias de niños, mujeres u hombres que esperan por un medicamento, único e imprescindible para el tratamiento a su afección., o aquellas personas que perdieron algún familiar porque, a pesar de los esfuerzos no llegó a tiempo la cura.

Los derechos humanos se expresan hasta  en el simple hecho de reír abiertamente, tal como lo hacen los niños cubanos; también en tener voz y voto en las asambleas de rendición de cuenta, donde se nos rinde sobre la gestión del delegado, quien nos representa a nivel en los órganos legislativos municipales.

Pasemos una mirada por algunas de las ramas médicas de la más oriental de las provincias cubanas, Guantánamo, en las que el bloqueo limita el desarrollo de programas prioritarios para la salud de su población.

Genética,  el diagnóstico, manejo y prevención de enfermedades genéticas y defectos congénitos reciben el golpe de gracia. El Cytovisión, equipo utilizado para la lectura de los cromosomas humanos, de fabricación estadounidense se obtiene a través de un distante país de europeo; los microscopios de alta resolución de fabricación japonesa son adquiridos a través de terceros países, asimismo sucede con reactivos como el Suero Fetal o el Ancelgrow, al triple de su valor original.

En un servicio tan sensible como es el de Cardiología, el bloqueo de Estados Unidos contra Cuba impide el acceso a medicamentos que como el BetaBloqueador con Carvedilol, el Metoprolol y Bisoprolol han probado su eficacia en el tratamiento de pacientes portadores de insuficiencia cardiaca y aumentan su calidad de vida. Asimismo se dificulta la compra de marcapasos permanentes, cuyos deben conseguirse con el doble o triple de su valor en el mercado, de las hipolipeniantes, muestra de ello: los Estatinas y se limita además el acceso a técnicas diagnósticas para la detección y atención precoz del Infarto Agudo del Miocardio.

La asistencia Oncológica ha sido una de las más afectadas por el demoledor asedio económico, financiero y comercial que haya conocido cualquier país del mundo, teniendo en cuenta varios factores. Solo mencionaré tres y de seguro usted comprenderá mejor la situación que se sufre en los servicios para pacientes con cáncer: su amplitud, puesto que abarca todos los órganos y sistemas del ser humano; su radio de acción diagnóstica, terapéutica, rehabilitación e investigativo, es completamente multidisciplinario; y por último, la constante aparición de nuevas drogas, reactivos, equipos y tecnologías avanzadas a las que cuba no tiene acceso.

Seamos mucho más explícitos, cada paciente tratado por una neoplasia, independientemente de su localización, requiere de gran cantidad y complejidad de recursos caros y por largo tiempo, la mayoría proveniente y producidos por empresas y compañías norteamericanas y otros países capitalistas a ellas asociadas y que le es imposible a nuestro país adquirir en sus mercados y hay que comprarlos en Europa y Asia a más altos precios con la consiguiente demora en su llegada al país y en la utilización al paciente.

El programa terapéutico completo de una sola paciente con cáncer de mama cuesta alrededor de 50 a 90 mil dólares, ¡imagínese por un instante!, en Guantánamo se están diagnosticando y tratando 100 pacientes aproximadamente al año; adicionándole 15 mil dólares por paciente por concepto de medicamentos citostáticos, alrededor de diez en cada caso, en su mayoría importados que no pueden obtenerse en los mercados cercanos por causa del bloqueo, ni incluso las materias primas para la elaboración de algunos que podrían producirse nacionalmente.

Sin lugar a dudas, el bloqueo es un obstáculo para la Salud Pública Cubana, mucho más claro, constituye una violación de nuestros derechos como seres humanos. De ahí que nos asiste el deber y el derecho de ser nosotros mismos. En nombre de qué derechos se nos acusa de violarlos?

La última palabra la decimos nosotros.  ¡Qué nadie se confunda!  Presentar al mundo nuestra realidad, todos los días, es también nuestro derecho.

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