Por: Idolkis Arguelles Berdión
El nacimiento
de un bebé sano es siempre motivo de alegría. Para la sociedad algo más que una
contribución a la natalidad, un factor decisivo para determinar el incremento de
la población.
La
más oriental de las provincias cubanas, Guantánamo, concluyó 2014 con
una tasa de natalidad de 13,5 cada mil habitantes, la mayor del país,
seguida por Santiago
de Cuba y Granma. Sin embargo, las estadísticas durante el último lustro
señalan un decrecimiento.
El Dr. Ángel Giraudy Lewis, responsable del Programa
de Atención Materno Infantil, asegura que cinco años atrás sobrepasaba
los 15, y su descenso tiene que ver con la disminución de los
nacimientos y también con las migraciones, aún cuando algo más de la
mitad de la población femenina guantanamera se encuentra en edad óptima
para el embarazo, es decir en edad fértil.
"El pasado año, la cantidad de nacidos ubicó al territorio en
octavo lugar entre sus similares", comenta el especialista en Ginecobstetricia.
Aspecto significativo a destacar en la tendencia decreciente de la natalidad es la
actual tasa bruta de reproducción que resulta insuficiente para el
remplazo generacional que se precisa, al ser cada vez menor el
número de niñas que nacen por mujer. De ahí que elevar los niveles de
salud reproductiva de la
futura madre constituya prioridad del sistema de Salud.
La población
guantanamera representa el 4,6 por ciento del total del
archipiélago, y aunque en el último censo indicaba como la más joven, también es
estimable la esperanza de vida que alcanza, lo que habla de un alto índice de
envejecimiento; un fenómeno sociodemográfico, complejo, que precisa de
acciones integrales, que conduzcan a revertir la tendencia hoy presente, que
apunta a una disminución en la población total.
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