Yorlelis Frómeta no es una de esas enfermeras que
destacan por su experiencia en la profesión, todo lo contrario; apenas cosecha cuatro años en su desempeño.
Fruto del Curso de Superación Integral para Jóvenes,
esta muchacha no solo alcanzó conquistar su sueño con Título de Oro, sino
moldearlo con la entrega sin límites que exige la inspiración humanista de
cuidar enfermos.
Primero lo hizo desde un consultorio médico, más tarde como
asistencial en el Servicio Capote del Hospital Pediátrico de Guantánamo, y hace
unos pocos días, como Jefa de Sala de Ortopedia en la propia institución.
Su
imberbe trayectoria laboral, sin embargo, habla de constancia y pasión, de
sonrisa y esmero, no por casualidad resultó ser la más destacada entre sus
colegas del Hospital Infantil, el pasado año.
El hecho, quizás, sorprendió a
los más experimentados; sin embargo, la realidad no dejó espacio a la duda; su
impronta parece resguardarse en su filosofía del trabajo: seguir superándose.
Santas manos que
entregan amor en la dolencia, sacrificio íntegro que cura con el desvelo de noches y días a quien más lo
necesita. A ti enfermera, enfermero, nuestro reconocimiento en tu día, y las
gracias eternas por tu noble vocación.
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