Hace 89 años nació en el poblado
de Birán, en la vecina provincia de Holguín, quien se convertiría en uno de los
hombres de pensamiento preclaro más reconocido en la historia
contemporánea, el audaz conductor de la
primera Revolución triunfante en América Latina, nuestro querido Fidel. A su
excelsa figura está dedicada la
siguiente crónica.
Cómo pensar de tu altura, cuando apenas el
tiempo corría.
Qué decir de este joven eterno, de sueños profundos, de tenaz
convicción.
Quién podría adivinarte desde el infinito de tu alma, de tu verbo
ardiente, rompiendo fronteras, hacedor de una historia compartida: la del
pueblo.
Tal como una ráfaga que cegó el odio para revindicar la esperanza y
hacerla pan multiplicado, estás entre nosotros, como un gladiador victorioso. Triunfante,
como nos enseñaste ante cada batalla, moldeada con el ejemplo de tu actuar, en
todos los momentos, bajo cualquier circunstancia, alcanzando el sueño contra la
adversidad.
Cómo no ser poeta para cantarte sin mesura, dibujar tus huestes
enfrentando entuertos convertidos en victoria, siempre.
Un hombre leyenda,
historia, tan cercano y nuestro, como del mundo, es algo más que una obra
inmensa… Las palabras no pueden resumir tanta entereza ni tanta gloria vivida; fiel
a las ideas de justicia, que ya germinan y se agigantan.
Cuando el
tiempo premia el andar de tu vida por 89 años solo atino a darte
las gracias Fidel.
Qué cumplas muchos años más junto a nosotros, con esa fuerza
impetuosa de tu sabiduría y tus ideas.
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